Cannoli Siciliani

    

     Hace unos días fue el cumpleaños de una amiga que aprecio y admiro, aparte de ser muy buena profesional, es una excelente repostera italiana y les puedo decir que es de las buenas, sus biscotti, sus crostate, dolcini y que les puedo decir de la Torta Mimosa que hace para el día de la Mujer! Una verdadera delicia!

     Debido a esto, para mí era todo un reto, obsequiarle algo dulce, pero quería que sintiera que había hecho algo especial para homenajearla, así que me fui por una receta italiana que quería hacer desde hace mucho tiempo.

     Dicha receta la tomé del Libro de la Cocina Italiana de Lorenza de Medici que me regalaron hace muchísimos años, del cual he extraído muchísimas recetas con mucho éxito.

     La masa la preparé según la receta, pero al relleno le tuve que hacer algunas modificaciones, en vista de que la ricotta que usé era muy seca y no agarraba la consistencia para usarla con la manga pastelera. De igual manera, sentí que le faltaba un poco de dulce, así que le puse un poquito más. De igual forma, solo usé gotas de chocolate en lugar de las frutas confitadas ya que a mi amiga no le gustan las frutas confitadas y en cuanto al pistacho aquí en Venezuela muy poco se ve fuera de las épocas navideñas. Quedaron muy ricos y a la cumpleañera le encantaron.

CANNOLI SICILIANI

Rinde: 18 unidades

Utensilios:

Tarocco

Plástico de cocina o envoplast

Palo de amasar

Cortador de rueda (para pizzas)

Cilindros metálicos de unos 10 cm de largo

Colador

Batidor eléctrico

Caldero o sartén para freír

Papel absorbente

Manga pastelera con boquilla gruesa

Ingredientes:

Para la masa:

300 gr de harina de trigo

100 gr de azúcar glass

30 ml de miel

1 huevo

1 pizca de sal

40 ml de vino blanco o vinagre de vino blanco (Yo usé vinagre de manzana)

Para el relleno:

300 gr de requesón(ricotta)

100 gr de azúcar glass ( yo le puse 150 gr, depende de su gusto)

100  gr de fruta confitada (cidra, corteza de naranja, cerezas). Yo usé cerezas y gotas de chocolate.

2 cucharadas de pistachos (Yo no le puse)

*** Como les comenté al principio, la ricotta que compré estaba un poco seca y no le daba la consistencia para usarla con la manga pastelera, así que tuve que agregarle para hacerla más cremosa y manejable:

50 gr de queso crema

20 ml de licor sabor anisado (hinojo). Le dio un toque especial por la falta de las frutas confitadas.

Para el armado:

1 clara de huevo para pegar

Aceite neutro para freír

Azúcar glass para decorar

Procedimiento:

1.- Para la masa: Formar un volcán con la harina de trigo y colocar dentro de él  el azúcar glass, el vino blanco seco o el vinagre, la miel, el huevo ligeramente batido y la pizca de sal.

2.- Mezclar los ingredientes con la ayuda de un tarocco hasta integrar, luego amasar hasta conseguir una masa lisa.

3.- Formar una bola y cubrirla con plástico de cocina. Refrigerar por lo menos 2 horas.

4.- Extender la masa con el palo de amasar hasta dejarla de unos 3 mm aproximadamente.

5.- Marcar y cortar cuadrados de 10 cm (yo los hice de 8 cm y me parecieron de muy buen tamaño).

6.- Envolver cada cuadrado en torno a cada cilindro metálico, pegando los bordecitos con un poquito de clara de huevo.

Para el relleno: Pasar la ricotta por un colador para evitar que tenga grumos; mezclar con el azúcar glass.

7.- En mi caso, incorporé el queso crema y el licor y batí con un batidor eléctrico hasta que se puso cremoso. Se incorporan las frutas confitadas y el pistacho. Yo incorporé sólo chocolate en gotas y cerezas. Reservar.

8.-Calentar el aceite en un caldero amplio o en un sartén. Freír los “cannoli” hasta que se doren por todos lados.

9.- Escurrirlos en papel absorbente y dejar entibiar para quitarles el cilindro metálico.

10.- Dejar enfriar por completo para rellenarlos.

11.- Colocar el relleno en la manga pastelera con la boquilla de boca ancha y rellenar los “cannoli” por ambos lados para que queden completamente rellenos.

12.- Decorar con cerezas y rociar con azúcar glass.

     Espero que preparen estos ricos “cannoli siciliani” y que los disfruten tanto como nosotros. Hasta la próxima, Melba.